Has cuidado mucho tus plantas de cannabis y, a pesar de todo el cariño y la atención que les has dedicado, muestran signos de debilidad con hojas secas y quebradizas. Hay medidas que puedes tomar ahora para evitar que tus plantas se sequen. Hay muchas causas posibles, y esta guía te ayudará a entenderlas y, sobre todo, te dará las soluciones que pueden salvar tu preciada cosecha.
Envejecimiento
A medida que tu planta de Cannabis envejece, puedes notar que algunas hojas se vuelven amarillas y se secan. Esto suele empezar con las primeras hojas nutritivas en la base de la planta y se extiende gradualmente hacia arriba. Si tu planta parece vigorosa y sana en la parte superior y se acerca el momento de la cosecha, no hay de qué preocuparse. En las fases finales de la floración, tus plantas tenderán a redirigir sus fuerzas vitales hacia los terminales para acelerar la formación de cabezas resinosas.
¿Qué puedo hacer?
Deje que la naturaleza siga su curso. Basta con seguir el envejecimiento natural de la planta, que ya no desea alimentar sus primeras hojas, para que pueda concentrar su energía en la floración. Pero si no puede resistirse, eche una mano a la planta deshojándola con cuidado. Con unas tijeras pequeñas, retira con cuidado todas las hojas secas y desmenuzadas de la parte inferior de la planta, alegrando el follaje y dándole el agradable aspecto de una planta vigorosa y prometedora.
Deficiencia de nutrientes y problemas de pH
La carencia de nutrientes es la razón más común por la que tus plantas lucharán por mantener sus hojas felices y sanas. Pero cuidado, la carencia de nutrientes puede esconder otro problema: un pH deficiente. Esto se debe simplemente a que el cannabis tiene un pequeño rango de pH dentro del cual la planta es capaz de absorber nutrientes. Así que es muy posible que el contenido de nutrientes de tu solución de riego sea correcto pero el pH no, lo que provoca un bloqueo de la absorción de nutrientes.
¿Qué puedo hacer?
Siempre que veas que algo va mal en tu planta, comprueba el nivel de pH cerca de las raíces antes de hacer nada. En general, el pH debe estar entre 6 y 7, pero en hidroponía debe ser un poco más ácido, entre 5,5 y 6,5. En función de sus resultados, deberá equilibrar el nivel de pH utilizando productos de ajuste del pH. Si tus plantas siguen mostrando signos de carencia de nutrientes, tendrás que reajustar la solución de riego a tu nuevo medio de cultivo. Pero eso no significa que más sea mejor! Es importante no sobrecargar tus plantas con demasiados nutrientes, ya que esto sólo empeora las cosas.
Riego
Al igual que ocurre con los nutrientes, la falta o el exceso de agua pueden ser perjudiciales para tus plantas de Cannabis. En ambos casos, las hojas pueden volverse quebradizas, empezando por las puntas. Las puntas se volverán quebradizas y adquirirán un color amarillento o marrón.
¿Qué puedo hacer?
En primer lugar, es importante que el drenaje de la tierra esté bien estudiado al preparar el sustrato. Un drenaje excesivo impedirá que la planta retenga la humedad y los nutrientes que necesita para prosperar. Por el contrario, un drenaje deficiente hará que el agua se acumule, creando un caldo de cultivo para el moho y los hongos. Es esencial dejar que la tierra se seque entre dos riegos para evitar que las raíces se empapen de agua. Pero cuidado: una superficie de tierra seca no significa que la planta tenga sed. El truco consiste en subpesar las macetas para estimar su peso en agua, pero si no es posible, basta con meter un dedo en la maceta, a la profundidad de una falange. Si el dedo sale seco, es hora de volver a regar.
Calor y quemaduras
La luz, ya sea natural o procedente de lámparas, es un elemento esencial para las plantas, ya que les permite realizar la fotosíntesis correctamente y producir la energía que necesitan para crecer y florecer. Aunque al cannabis le encanta tener mucha luz, la combinación de calor y luz directa puede ser demasiado para la planta, provocando hojas secas y quemaduras.
¿Qué puedo hacer?
No dudes en proteger tus plantas. Si cultivas en exterior, asegúrate de que tu planta de Cannabis pueda aprovechar un poco de sombra, sobre todo durante las horas más calurosas del día, colocándola cerca de un árbol o instalando un velo para protegerla de la luz solar directa. Por otro lado, si cultivas en interior utilizando luces, procura mantener la iluminación alejada de la parte superior de la planta y ventila bien tu espacio para limitar el exceso de calor.
Insectos y otros indeseables
La exposición prolongada a todo tipo de insectos, babosas y gasterópodos puede causar un gran estrés a tus plantas de Cannabis, provocando el debilitamiento o la sequedad de las hojas. Y en el peor de los casos, tendrás que compartir el buffet o abandonar a tu pequeño protegido con un trágico final.
¿Qué puedo hacer?
Sé táctico Para combatir a tu adversario, tienes que saber a qué te enfrentas, de modo que puedas adoptar la mejor técnica para repelerlo. Algunas soluciones naturales resultan muy eficaces, como el jabón negro para babosas y caracoles, y una mezcla de chile y ajo para pulgones, orugas y moscas. Por último, para las plantas de cannabis cultivadas en el jardín, opte por una biodiversidad de plantas que puedan repeler a ciertos indeseables o atraerlos y distraerlos. Cultivar tu propia marihuana es muy gratificante, pero también puede ser muy angustioso, sobre todo cuando esas brillantes hojas verdes empiezan a volverse de un preocupante color amarillo y a desmoronarse Te recomendamos sinceramente que sigas estas recomendaciones para evitar que se sequen antes de que sea demasiado tarde.